no mendigues mas el amor
Mendigar amor, es una de las peores cosas que tú te puedes hacer. Ya que este, más que un daño que otra persona te pueda hacer, es un daño que tu mismo te haces. Es una decisión consiente, es una serie de hábitos, que hacen que tu realidad se sienta sofocante, te sientas mal, y no puedas llegar a ser realmente feliz. Mendigar amor, es como regar una planta; tarde que temprano esta terminará por crecer, madurar y echar fruto.
La única forma de detener este ciclo, es parar con esos hábitos que te llevan a mendigar amor, sin embargo, ¿cuándo decimos que estamos mendigando amor? A veces, puede que pedimos mucho, pero también puede que nos conformemos con poco. Si no sabes si estás o no mendigando amor, te sugiero ver esta lista de señales que te indican que estás detrás de un amor que no te conviene.
Así que, ¿por qué deberíamos ignorar el dolor emocional? No podemos dejar que el tiempo lo cure sin más, tenemos que trabajar sobre él y extraer las enseñanzas que nos brinda del mismo modo que dejaríamos de tomar chocolate si descubrimos que es el causante de nuestro malestar estomacal.
Esto es muy importante porque socialmente se tiene la falsa creencia de que el malestar psicológico es signo de debilidad y de que, al mismo tiempo, el tiempo curará las heridas sin necesidad de “desinfectarlas” ni de poner vendas o parches para evitar que sangre.
No mendigues amor a quien no tiene tiempo para ti, a quien solo piensa en sí mismo. No lo hagas nunca. No te merece quien te hace sentir invisible e insignificante con su indiferencia. Te merece quien con su atención te hace sentir importante y presente.
El amor se debe demostrar, pero nunca jamás se debe mendigar. El hecho de tener que hacerlo es el más fiel de reflejo de la injusticia emocional, del desequilibrio que vive el sentimiento que cimienta una relación.
Te merece aquel que dice menos pero hace más. No te merece quien solo te busca cuando te necesita sino quien está a tu lado cuando le necesitas y no solo cuando su interés se lo permite. Te merece quien sin esperar nada te lleva dentro, te siente y te hace sentir importante en su vida.
Mendigar amor, es una de las peores cosas que tú te puedes hacer. Ya que este, más que un daño que otra persona te pueda hacer, es un daño que tu mismo te haces. Es una decisión consiente, es una serie de hábitos, que hacen que tu realidad se sienta sofocante, te sientas mal, y no puedas llegar a ser realmente feliz. Mendigar amor, es como regar una planta; tarde que temprano esta terminará por crecer, madurar y echar fruto.
La única forma de detener este ciclo, es parar con esos hábitos que te llevan a mendigar amor, sin embargo, ¿cuándo decimos que estamos mendigando amor? A veces, puede que pedimos mucho, pero también puede que nos conformemos con poco. Si no sabes si estás o no mendigando amor, te sugiero ver esta lista de señales que te indican que estás detrás de un amor que no te conviene.
Así que, ¿por qué deberíamos ignorar el dolor emocional? No podemos dejar que el tiempo lo cure sin más, tenemos que trabajar sobre él y extraer las enseñanzas que nos brinda del mismo modo que dejaríamos de tomar chocolate si descubrimos que es el causante de nuestro malestar estomacal.
Esto es muy importante porque socialmente se tiene la falsa creencia de que el malestar psicológico es signo de debilidad y de que, al mismo tiempo, el tiempo curará las heridas sin necesidad de “desinfectarlas” ni de poner vendas o parches para evitar que sangre.
No mendigues amor a quien no tiene tiempo para ti, a quien solo piensa en sí mismo. No lo hagas nunca. No te merece quien te hace sentir invisible e insignificante con su indiferencia. Te merece quien con su atención te hace sentir importante y presente.
El amor se debe demostrar, pero nunca jamás se debe mendigar. El hecho de tener que hacerlo es el más fiel de reflejo de la injusticia emocional, del desequilibrio que vive el sentimiento que cimienta una relación.
Te merece aquel que dice menos pero hace más. No te merece quien solo te busca cuando te necesita sino quien está a tu lado cuando le necesitas y no solo cuando su interés se lo permite. Te merece quien sin esperar nada te lleva dentro, te siente y te hace sentir importante en su vida.
Comentarios
Publicar un comentario