Esta historia, es una historia que le ocurre a muchas personas, se podría decir que está basado en hechos muy reales. Es un triste historia de amor de dos personas que se amaban con locura, hasta el punto de adorarse.
Su amor era tan grande que se habían jurado que nada, ni nadie los podría separar, y que estarían juntos hasta el fin de los días. Que se amarían, costase lo que costase; hasta que la muerte los separará.
Ella siempre se quedaba con los anhelos de escuchar lo mismo de él, el tiempo fue pasando y cada vez más; las cosas fueron cambiando, se fueron enfriando. Que las cosas ya no eran las mismas, que el amor que él le juraba tenerle a ella, se estaba muriendo.
Triste Historia de Amor, es una historia que le ocurre a muchas personas, se podría decir que está basado en hechos muy reales. Es un historia de dos personas que se amaban con locura, hasta el punto de adorarse. Su amor era tan grande que se habían jurado que nada, ni nadie los podría separar, y que estarían juntos hasta el fin de los días. Que se amarían, costase lo que costase; hasta que la muerte los separará. Ella el decía a él: “Eres lo único que me importa en esta vida, lo eres todo para mí, eres mi luz, y mi razón de vivir; siempre estaré a tu lado; te lo juro” Él simplemente le decía que la amaba. Ella siempre se quedaba con los anhelos de escuchar lo mismo de él, el tiempo fue pasando y cada vez más; las cosas fueron cambiando, se fueron enfriando. Que las cosas ya no eran las mismas, que el amor que él le juraba tenerle a ella, se estaba muriendo. El alma de ella, poco a poco se fue apagando; ella ya no era la misma. Ella siempre quería estar con él, pero él para todo tenía una razón para no estar, tenía excusas. Su respuesta era: “hoy no puedo, tengo trabajo” Ella sólo se consolaba viendo las fotos y videos de cuando él solía amarla, con devoción. Eso le ayudaba a calmar el dolor de la ausencia. Ella tenía tantas ganas de compartir con él, pero él siempre tenía algo más importante que hacer. Él jamás se dio cuenta que ella lo amaba a él con todo el corazón. Pues él, era su razón de vivir, todo lo que importaba, era su todo. Un día de tantos, la tristeza invadió el corazón de ella, y le llamó, y le dijo: “Roberto, necesito hablarte, te lo pido por favor” Pero la respuesta de él, era siempre la misma: “hablamos después, ahora no puedo”. Ella sin embargo, insistía: “Sólo serán 10 minutos”. Pero él nunca llegaba, o si llegaba lo hacia tan cansado, que ya no tenía interés en hablar. Entre más ella quería hablar con él, él más se alejaba de ella, le ponía excusas. Cada vez que él se portaba así, Fabiola, lloraba en la soledad de su habitación, ríos de lágrimas caían y mojaban un papel que siempre sostenía entre sus manos. Lo que él nunca supo, es que ella estaba muriendo, el cuerpo de Fabiola se estaba llenando de moretones. Le resultaba difícil respirar, a veces ella se sentía débil, con nauseas. La sensación de cansancio le pesaba mucho, y la pérdida de apetito, era común. Cosa que él nunca notó, porque estaba muy ocupado. Pero a pesar de eso, él siempre la ignoró, aún en su peor momento, él decidió viajar por unos meses; ella se quedó sola, sin la persona que decía amarle. Las llamadas de Fabiola, llegaban, pero él raras veces las contestaba.
Su amor era tan grande que se habían jurado que nada, ni nadie los podría separar, y que estarían juntos hasta el fin de los días. Que se amarían, costase lo que costase; hasta que la muerte los separará.
Ella el decía a él: “Eres lo único que me importa en esta vida, lo eres todo para mí, eres mi luz, y mi razón de vivir; siempre estaré a tu lado; te lo juro”Él simplemente le decía que la amaba.
Ella siempre se quedaba con los anhelos de escuchar lo mismo de él, el tiempo fue pasando y cada vez más; las cosas fueron cambiando, se fueron enfriando. Que las cosas ya no eran las mismas, que el amor que él le juraba tenerle a ella, se estaba muriendo.
Una Triste Historia de Amor donde ella se Apagaba.
El alma de ella, poco a poco se fue apagando; ella ya no era la misma. Ella siempre quería estar con él, pero él para todo tenía una razón para no estar, tenía excusas. Su respuesta era: “hoy no puedo, tengo trabajo”
Triste Historia de Amor, es una historia que le ocurre a muchas personas, se podría decir que está basado en hechos muy reales. Es un historia de dos personas que se amaban con locura, hasta el punto de adorarse. Su amor era tan grande que se habían jurado que nada, ni nadie los podría separar, y que estarían juntos hasta el fin de los días. Que se amarían, costase lo que costase; hasta que la muerte los separará. Ella el decía a él: “Eres lo único que me importa en esta vida, lo eres todo para mí, eres mi luz, y mi razón de vivir; siempre estaré a tu lado; te lo juro” Él simplemente le decía que la amaba. Ella siempre se quedaba con los anhelos de escuchar lo mismo de él, el tiempo fue pasando y cada vez más; las cosas fueron cambiando, se fueron enfriando. Que las cosas ya no eran las mismas, que el amor que él le juraba tenerle a ella, se estaba muriendo. El alma de ella, poco a poco se fue apagando; ella ya no era la misma. Ella siempre quería estar con él, pero él para todo tenía una razón para no estar, tenía excusas. Su respuesta era: “hoy no puedo, tengo trabajo” Ella sólo se consolaba viendo las fotos y videos de cuando él solía amarla, con devoción. Eso le ayudaba a calmar el dolor de la ausencia. Ella tenía tantas ganas de compartir con él, pero él siempre tenía algo más importante que hacer. Él jamás se dio cuenta que ella lo amaba a él con todo el corazón. Pues él, era su razón de vivir, todo lo que importaba, era su todo. Un día de tantos, la tristeza invadió el corazón de ella, y le llamó, y le dijo: “Roberto, necesito hablarte, te lo pido por favor” Pero la respuesta de él, era siempre la misma: “hablamos después, ahora no puedo”. Ella sin embargo, insistía: “Sólo serán 10 minutos”. Pero él nunca llegaba, o si llegaba lo hacia tan cansado, que ya no tenía interés en hablar. Entre más ella quería hablar con él, él más se alejaba de ella, le ponía excusas. Cada vez que él se portaba así, Fabiola, lloraba en la soledad de su habitación, ríos de lágrimas caían y mojaban un papel que siempre sostenía entre sus manos. Lo que él nunca supo, es que ella estaba muriendo, el cuerpo de Fabiola se estaba llenando de moretones. Le resultaba difícil respirar, a veces ella se sentía débil, con nauseas. La sensación de cansancio le pesaba mucho, y la pérdida de apetito, era común. Cosa que él nunca notó, porque estaba muy ocupado. Pero a pesar de eso, él siempre la ignoró, aún en su peor momento, él decidió viajar por unos meses; ella se quedó sola, sin la persona que decía amarle. Las llamadas de Fabiola, llegaban, pero él raras veces las contestaba.
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