¿Has viajado alguna vez a otro país? Una de las primeras cosas que probablemente hiciste fue visitar un banco y cambiar tu dinero por la moneda local. Un Benjamín puede comprarte una buena cena en los Estados Unidos, pero si quieres disfrutar de una buena cena en Italia, ¡necesitarás algunos euros!
Invertir en criptodivisas es similar a cambiar tu dinero en un nuevo país. Bitcoin, Litecoin y Ether son algunos ejemplos de "monedas extranjeras" que funcionan en un contexto muy específico dentro de ciertas comunidades online.
El intercambio de cualquier tipo de moneda se basa en la confianza compartida. Valoramos los dólares y los euros porque sabemos que podemos comprar bienes o servicios con ellos.
La pregunta es: ¿se puede confiar en las cryptomonedas? ¿Y debería lanzarse al mundo de las criptoinversiones?
Las criptodivisas son activos digitales que la gente utiliza como inversión y para comprar en línea. Se intercambia moneda real, como el dólar, para comprar "monedas" o "tokens" de una determinada criptodivisa. Hay muchos tipos de criptodivisas. Bitcoin es la más famosa, pero Ether, Bitcoin Cash, Litecoin y Ripple son algunas más. Todo tipo de grandes empresas tecnológicas y financieras quieren un trozo del pastel de las criptomonedas. Incluso Facebook ha creado una criptodivisa llamada Libra.
La palabra criptografía significa el arte de escribir o resolver códigos. Cada "moneda" es una línea de código única. Las criptomonedas no pueden duplicarse, lo que facilita su seguimiento e identificación cuando se comercializan.
Probablemente hayas oído hablar de personas que ganan (o pierden) cientos de miles de dólares invirtiendo en criptodivisas. Parece una fiebre del oro moderna. Pero las criptomonedas existen desde hace unos 10 años. La primera criptodivisa fue Bitcoin, creada en 2009 por un desconocido llamado Satoshi Nakamoto.
Las criptomonedas se intercambian de persona a persona en la red sin intermediarios, como un banco o un gobierno. Es como el salvaje oeste del mundo digital. No hay alguacil que defienda la ley.
Esto es lo que quiero decir: ¿Has contratado alguna vez a un chico de tu barrio para que te corte el césped o te cuide el perro mientras estás fuera de la ciudad? Lo más probable es que les hayas pagado en efectivo. No necesitaste ir al banco para hacer una transacción formal. Así es el intercambio de criptomonedas. Están descentralizadas: Ningún gobierno o banco controla cómo se producen, cuál es su valor o cómo se intercambian.
Como resultado, las criptodivisas valen lo que la gente esté dispuesta a pagar o intercambiar por ellas.
Ahora, esperen conmigo, gente. Estamos a punto de ponernos técnicos. Las criptodivisas se almacenan en un monedero digital, normalmente en una aplicación o a través del vendedor donde se compran las monedas. Tu monedero te da una clave privada, un código único que introduces para "firmar" digitalmente las compras. Es una prueba matemática de que el intercambio es legítimo.
Las criptomonedas funcionan con lo que se llama tecnología de cadena de bloques. Una cadena de bloques es como un recibo muy largo que va creciendo con cada intercambio. Es un registro público de todas las transacciones que han ocurrido en una criptodivisa determinada.
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